La construcción en La Loma de un depósito para almacenar agua potable, con capacidad de 3.000 m3, despierta demasiadas dudas y muy pocas certezas. Desde Podemos Castro Urdiales se plantean que si es necesario garantizar el suministro de agua a La Loma y a parte de Sámano, ¿por qué no extender la red urbana de Castro hasta ambas localidades?
La Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Pando está situada a una altura de 85 metros sobre el nivel del mar. La zona a la que se pretende abastecer agua en La Loma está situada a 100 metros sobre el nivel de mar. Con esta diferencia mínima de altura entre ambas, sería muy sencillo y barato instalar un sistema de bombeo que aseguraría la llegada de agua a la red general de La Loma y evitaría la construcción del depósito proyectado.
¿Existe una tubería que lleve agua desde el tendido general de Castro hasta La Loma? Si esa tubería existe, se utilizará para llenar el depósito que se pretende construir. ¿No existe esa tubería y, por tanto, es necesario tenderla para abastecer al futuro depósito? En cualquiera de ambos casos, Podemos Castro Urdiales considera una incongruencia la construcción de un depósito para almacenar agua. ¿Para qué perder tiempo y dinero con un paso intermedio como es el depósito cuando se puede ahorrar tiempo y dinero conectando directamente el agua que se potabiliza en la ETAP de Pando a la red general de La Loma?
Si se opta por esta posibilidad, desde la urbanización de Vela Mayor apenas se necesitaría tender una tubería de 500m de longitud para llegar hasta el centro del barrio de La Loma. Hechos como este nos inducen a pensar que continuamos observando el mismo modelo de urbanismo agresivo y caduco que nos ha conducido a la situación que ahora padecemos, a pesar de que en 2007 se viesen este tipo de actuaciones desde otro punto de vista radicalmente opuesto.
El manto del olvido nunca ha resultado la mejor opción para resolver problemas. La historia en Castro no comienza en mayo de 2015, somos deudores y damnificados de nuestro pasado y se hace necesaria una inflexión que rompa con nuestra turbia historia reciente, repleta de corrupción y quebrantos para las arcas municipales. En La Loma (caso “La Loma”, causa 558/2012) se hace evidente, pero no es el único. En este caso hay 46 personas acusadas de todos los delitos posibles relacionados con el urbanismo. A saber: prevaricación administrativa y urbanística, malversación de fondos públicos, falsedad de documentos públicos, infidelidad en su custodia, cohecho y estafa.
Para poder construir en esa zona se recalificaron 300.000m2 de terreno rustico, convirtiéndolo en urbanizable, se permitió construir sobre parcelas destinadas a equipamientos, se manipularon proyectos de reparcelación y compensación, se han detectado posibles sobornos a técnicos, alcalde y secretario municipal, se han dejado de recaudar aprovechamientos municipales y lo que es más sangrante, se juega con la ilusión y la salud de personas, engañando a los compradores.
Es necesario hacer este pequeño recordatorio para entender la situación actual. El equipo de gobierno trabaja poniendo parches, en este caso un depósito, para intentar maquillar este desaguisado. Lo entendemos, pues al final los que sufren son los compradores y también para poder transformar lo ilegal en legal. Pero nos parece insuficiente. Estos parches deben ir acompañados con el Ayuntamiento inequívocamente al lado de los perjudicados y, sobre todo, de la ley. De llevar a cabo las actuaciones necesarias para exigir responsabilidades patrimoniales a los culpables, personarse en las causas aún abiertas como perjudicado y aparecer físicamente en las cerradas apoyando a los valientes que los abrieron y exigir que se continúen los juicios orales paralizados en el TSJC y Audiencia Provincial. El caso Urdicam, caso Mioño-Lusa, caso APD2, caso Nominas, caso Proconor y el “caso La Loma” que lleva más de 18 meses paralizado, por lo tanto en caso de culpabilidad las condenas se reducen significativamente por dilación en el proceso. Es imprescindible una exposición pública de cómo la corrupción y sus consecuencias han situado a Castro Urdiales en la posición de ruina moral y económica en que se encuentra.
Volviendo al tema que nos ocupa, Podemos Castro Urdiales estima que no hay ninguna necesidad justificada de construir un depósito con capacidad para 3.000 m3 en estos momentos y que cuando llegue la hora de ejecutar el plan de abastecimiento del Gobierno de Cantabria se construya otro de 2.000 m3. No obstante, al ritmo de dos obras anuales que está asumiendo el Gobierno de Cantabria, y teniendo en cuenta que está ejecutando la obra nº 3 en su orden de relevancia, significa que el depósito de la Loma lo construirá dentro de 21 años, aproximadamente.
Recordamos además que en 2015 se inauguró en Mioño un depósito con una capacidad de 3.500 m3. Esa cantidad es suficiente para abastecer a una población de 12.000 habitantes si se considera la dotación habitual de 250 litros diarios por habitante. En La Loma está prevista la construcción de un máximo de 1.200 viviendas. Si calculamos una ocupación media de 3 habitantes por vivienda resultará que, si algún día se construye la máxima cantidad permitida, la población de la zona alcanzará los 3.600 habitantes. En Mioño estaban empadronados 677 vecinos en 2015. Suponiendo que la población real ascienda a 1.000 habitantes, entre ambos enclaves sumaran 4.600 habitantes. Esa cantidad sería aun así menos de la mitad de lo que el actual depósito de Mioño es capaz de abastecer. Entonces, ¿por qué este extraño empeño en construir otro depósito de similar volumen cuando el existente tiene doble capacidad de la necesaria para abastecer al número de habitantes máximos previstos?
Actualmente existen en Castro Urdiales 5 depósitos de agua con una capacidad conjunta de 24.300 m3. Ese volumen de agua es capaz de abastecer con suficiencia y seguridad a una población de 97.000 habitantes. Si se construye el sexto depósito en La Loma, la capacidad de almacenamiento ascenderá a 27.300 m3, con la que se podría abastecer a una población de 109.000 habitantes. Suponiendo que la población actual del municipio sume la mitad de esa cantidad entre empadronados y no empadronados, ¿creen los defensores de la construcción del depósito de La Loma que Castro alcanzará una población de más de 100.000 habitantes en los próximos años?
En febrero de 2007 se construyó en Islares un depósito para almacenar agua potable con capacidad de 8.600 m3. El precio de construcción ascendió a 937.739 €. ¿Cómo es posible que 10 años después se proyecte en La Loma un depósito de 3.000 m3, con un presupuesto de 3.500.000 €, es decir, tres veces más pequeño y cuatro veces más caro?
En resumen:
•Si el depósito debe ser alimentado por la red general y desde éste se debe alimentar a las viviendas, ¿por qué no se conecta directamente a la red y nos evitamos gastos en hacer un depósito intermedio?
•Teniendo en cuenta que en 2015 se inauguró en Mioño un depósito con una capacidad de 3.500 m3 ¿por qué este extraño empeño en construir otro depósito de similar volumen cuando el existente tiene doble capacidad de la necesaria para abastecer al número de habitantes máximos previstos?
•¿Por qué se debe construir un depósito de 3.000m3 cuando, en el improbable caso de resultar necesario, sería suficiente uno con bastante menos capacidad dada la densidad poblacional actual?
•¿Por qué es necesario un depósito cuando el plan de abastecimiento del Gobierno de Cantabria incluye otro de 2.000 m3 para la misma zona?
•¿Cómo es posible que un depósito en Islares con capacidad de 8.600 m3 costase 937.739 € y 10 años después se proyecte en La Loma un depósito de 3.000 m3 por 3.500.000 €? Es decir, tres veces más pequeño y cuatro veces más caro.
•¿Están los promotores implicados allanándose el camino y eliminando impedimentos para reemprender el urbanismo salvaje en la zona cuando llegue el momento adecuado?