La formación morada ha señalado que las últimas medidas tomadas para mejorar la siniestralidad en este tramo se están mostrando ineficaces para mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico. Un tramo de alta siniestralidad por el que circulan a diario cerca de 45.000 vehículos y en el que se multiplica la afluencia durante las vacaciones y fines de semana.
Por ello, presentarán cuatro medidas a la DGT que consideran más adecuadas, entre las que destacan la instalación de radares de tramo y la ampliación del carril lento hasta la salida de Ontón.
Argumentan que “La limitación de velocidad a 80 km/h con un solo radar en cada sentido, cubriendo esos 11 kilómetros de autovía, no parece ser la mejor solución y que diversas pruebas de campo realizadas entre los días 21 y 27 de marzo han demostrado que el límite de velocidad se incumple sistemáticamente en todo el tramo excepto en el área de influencia de los radares instalados en ambos sentidos de circulación en el tramo Saltacaballo-Lusa.”
Sobre el cierre del carril derecho para vehículos pesados entre Lusa y el alto de Saltacaballo dicen que se trata de “…una medida inusual, que se ha mostrado más como un riesgo que como un beneficio para la seguridad vial de la zona. De momento, el respeto al nuevo límite de velocidad es mínimo y se da la paradoja que muchos vehículos pesados adelantan cuesta arriba a turismos que respetan los límites de velocidad. No solo eso, es notable el malestar entre la ciudadanía ante tales medidas, las cuales no se entienden como efectivas sino como molestas y como posible origen de un buen número de futuros problemas. Parece necesaria una solución intermedia que ataje los problemas de seguridad vial sin suponer un perjuicio para la intensa circulación.”
Ante tal exposición de motivos la solución alternativa propuesta consta de los siguientes cuatro puntos:
1. La instalación de un radar de tramo, que controle ambos sentidos de la circulación, entre el acceso a la A8 situado en Lusa-Santullán y el límite con Vizcaya, estableciendo la velocidad máxima de circulación en 100 km/h. La esencia de los radares de tramo la encontramos en que no vigilan un único punto o una zona concreta para que los conductores no pisen de más el acelerador. En el caso de los radares de tramo su vigilancia abarca, como su propio nombre indica, la media de la velocidad comprendida entre dos puntos controlados en un mismo tramo para determinar si el coche en ese espacio y tiempo ha cometido una infracción. Por lo tanto, si el tramo de peligrosidad se extiende durante 11 km, dos radares fijos se muestran claramente insuficientes.
2. Si, como asegura la Dirección General de Tráfico, la incorporación de vehículos pesados procedentes del carril más lento que sube desde Lusa-Santullán es causa frecuente de accidentes por colisión, proponemos prolongar el carril de vehículos pesados hasta la siguiente salida de autovía. Esa prolongación de 360 metros del carril destinado a vehículos pesados no supondría una inversión excesiva debido a la ya existencia de terreno suficiente y permitiría a éstos adquirir más velocidad cuesta abajo para incorporarse con mayor seguridad cuando dicho carril lento desaparezca.
Se debe incidir en que, si se alarga el carril de vehículos pesados, éstos abandonarán el carril lento y se incorporarán al normal discurrir del tráfico en una recta y cuesta abajo, a mayor velocidad que lo hacen en la intersección actual, un cambio de rasante cuesta arriba. Esta medida eliminaría uno de los principales puntos negros y redundaría en una mayor seguridad en el tráfico. Una medida similar ha sido implementada recientemente con buenos resultados solo 4 kilómetros más adelante, con la prolongación del carril derecho recién cruzado el límite con Vizcaya, como podemos ver en el segundo párrafo del siguiente enlace http://goo.gl/5g8PGD.
3. Reapertura de la salida 143 en Saltacaballo.
4. Restablecer la velocidad máxima a 100 k/h en todo el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 151 (Allendelagua) y 140 (Ontón).
Por último desde Podemos animan a la ciudadanía a trasladar a su vez a la DGT su apoyo a esta u otras propuestas que puedan surgir, sus propuestas alternativas, sus quejas sobre el estado del firme o del trazado, etc… “Queremos que el interés que se aprecia en la calle y las redes sociales se canalice adecuadamente para corregir la situación” manifiestan.
