9 de enero de 2011, 15:22
Mirar el mundo al revés es otro modo de aprender. En informática se llama Reverse Engineer. Destripar la arquitectura, desandar el camino que otros cruzaron para crear dispositivos como Kinect, liberado por Héctor Martín en solo 7 horas, permitiendo su uso en cualquier PC y no solo en la consola para la cual fue diseñado.
"Muy difícil no fue pero hace falta experiencia en estas cosas. Al ver el formato de la imagen que manda Kinect pronto lo identifiqué como una imagen RGB con filtro Bayer porque ya conocía esa técnica. Igualmente, los conceptos de comando/respuesta de Kinect son similares a los de otros sistemas que he visto, aunque varían los detalles. Con cada sistema que investigas, los demás se vuelven más fáciles... todo se parece un poco".
Martín luce orgulloso su camiseta con el lema que le guía. Montar y desmontar son para él verbos amigos.
Es hijo de traductores de software y trastea entre ordenadores "desde pequeño".
Rehuye comparar la dificultad que entrañan distintos puzzles tecnológicos pero, al final, se moja.
"Kinect es el primer dispositivo USB al que meto mano tras obtener trazas de las comunicaciones con el host (datos dados por la empresa convocante del concurso con los códigos que unen Kinect a Internet), y diría que cuesta tanto como hacer lo mismo con el mando de la Wii... Sin embargo, cuando trabajé con la Wii lo hice a ciegas al carecer de esos datos, y así fue más complicado. La complejidad de reversar un dispositivo no está relacionada con su mera funcionalidad. La parte de vídeo del Kinect y el mando de la Wii son similares en este sentido y aunque Kinect nos da mucho mayor volumen de datos y con más usos y aplicaciones, eso no supone que las comunicaciones sean más complejas".
Hoy Martín cursa Informática en la Universitat Oberta de Catalunya, desde su hogar en Castro Urdiales. Antes estudió en Estados Unidos.
"Allí hay un programa, Advanced Academy, que me permitió combinar Bachillerato con la Universidad para ahorrar un par de años de estudios, y eso aquí no existe".
Este otoño ya ha recibido ofertas laborales de una compañía de software libre y de un instituto de robótica "pero, por ahora, seguiré estudiando, espero acabar el próximo verano."
"Muy difícil no fue pero hace falta experiencia en estas cosas. Al ver el formato de la imagen que manda Kinect pronto lo identifiqué como una imagen RGB con filtro Bayer porque ya conocía esa técnica. Igualmente, los conceptos de comando/respuesta de Kinect son similares a los de otros sistemas que he visto, aunque varían los detalles. Con cada sistema que investigas, los demás se vuelven más fáciles... todo se parece un poco".
Martín luce orgulloso su camiseta con el lema que le guía. Montar y desmontar son para él verbos amigos.
Es hijo de traductores de software y trastea entre ordenadores "desde pequeño".
Rehuye comparar la dificultad que entrañan distintos puzzles tecnológicos pero, al final, se moja.
"Kinect es el primer dispositivo USB al que meto mano tras obtener trazas de las comunicaciones con el host (datos dados por la empresa convocante del concurso con los códigos que unen Kinect a Internet), y diría que cuesta tanto como hacer lo mismo con el mando de la Wii... Sin embargo, cuando trabajé con la Wii lo hice a ciegas al carecer de esos datos, y así fue más complicado. La complejidad de reversar un dispositivo no está relacionada con su mera funcionalidad. La parte de vídeo del Kinect y el mando de la Wii son similares en este sentido y aunque Kinect nos da mucho mayor volumen de datos y con más usos y aplicaciones, eso no supone que las comunicaciones sean más complejas".
Hoy Martín cursa Informática en la Universitat Oberta de Catalunya, desde su hogar en Castro Urdiales. Antes estudió en Estados Unidos.
"Allí hay un programa, Advanced Academy, que me permitió combinar Bachillerato con la Universidad para ahorrar un par de años de estudios, y eso aquí no existe".
Este otoño ya ha recibido ofertas laborales de una compañía de software libre y de un instituto de robótica "pero, por ahora, seguiré estudiando, espero acabar el próximo verano."