La detección de amianto en una zona del edificio del Hotel Miramar de Castro Urdiales durante el mes de noviembre está retrasando más de lo previsto las obras de derribo que se iniciasen el pasado mes de octubre y que contaban con un plazo de ejecución aproximado de dos meses.
Pese a que las obras no avanzan, los vecinos tienen que seguir conviviendo con las incomodidades de tener vallada toda la zona aledaña al edificio.
Las obras fueron encargadas el pasado 13 de septiembre a la empresa TRAGSA con un presupuesto de 331.754,71 euros.
Las autoridades médicas demostraron que los productos relacionados con el amianto provocan cáncer con una elevada mortalidad. A principios de la década de 2000 empezó a prohibirse en los países desarrollados y su uso quedó totalmente prohibido en la Unión Europea desde 2005, aunque se continúa utilizando en algunos países en vías de desarrollo.