5 de diciembre de 2006, 10:37
A lo largo de los cuatro sábados del mes de Noviembre el Coro de Voces Graves Los Templarios ha ofrecido los conciertos comprometidos para la XXII Edición del Otoño Musical Castreño.
Dado el alto nivel alcanzado a lo largo de las veintiuna ediciones de este ciclo de conciertos, era muy difícil lograr superar el listón. Sin embargo después de escuchar a los cinco coros que han participado podemos asegurar que se han cumplido las expectativas.
En el incomparable marco de la Iglesia de Santa María los coros han ido desgranando sus melodías. Diversidad en los distintos repertorios: desde lo clásico a lo moderno, desde lo religioso a lo popular, desde grandes coros a pequeñas agrupaciones corales. Todo ello con una aceptación entusiasta por parte del público que cada sábado llenaba Santa Maria.
Comenzó con la actuación de la coral cántabra Voces del Pueblo y del Mar que nos brindó una primera parte de polifonía religiosa y tras un homenaje a Mozart en el 250 aniversario de su nacimiento, acabó con un guiño a la música cántabra, no faltando un recuerdo para los compositores castreños.
El coro Easo superó con creces todas la expectativas. Con La Iglesia rebosante de público, pudimos escuchar varias obras de Mozart, música religiosa, canciones vascas destacando la canción “aurtxo seaskan”, y fragmentos de zarzuela. Largos y merecidos aplausos para los donostiarras del Coro Easo.
El Grupo Vocal Anderer, de La Plata-Argentina, puso la nota juvenil a nuestro ciclo. Mereció una mención especial la interpretación del Avemaría de Héctor Villa Lobos a 8 voces. En el resto del su actuación ofrecieron un amplio repertorio de música hispanoamericana. Un prolongado aplauso cerró su intervención.
El último sábado nos visitaron dos agrupaciones corales: La Asociación Musical Lirain, de Gorliz, bajo la dirección de Loli Igartua ofreció un variado repertorio. Merece destacar la interpretación de la obra “cantares”, con letra se Machadoque puso música Joan Manuel Serrat. El final de su actuación con la incorporación del txistu y tamboril para dos canciones vascas fue calurosamente aplaudido.
En la segunda parte pudimos admirar al Grupo Vocal La Escalera de Burgos, octeto compuesto por cuatro voces juveniles femeninas y cuatro masculinas. Variado repertorio que entusiasmó al público. Ramillete final de aplausos para ambos coros.
El coro Los Templarios puso punto final al Otoño Musical 2006 con su actuación durante la Misa del día de San Andrés y posterior concierto, con la calidad musical a que nos tienen acostumbrados. De su intervención destacaríamos “Salutación a la Montaña” y “Canto a Castro” a cuatro voces.
En resumen una valoración altamente positiva del Otoño Musical y una merecida felicitación a la labor organizativa de Los templarios a quienes animamos a preparar el próximo O. Musical, superando, si fuera posible,el éxito obtenido en la actual edición.