El pasado sábado, un jurado compuesto por Antón Capitel (presidente) y los vocales, Vicente Verdú, Pío Jesús Santamaría, Antón Capitel, Gabriel Ruiz Cabrero y Gorka Pérez de la Peña Oleada, actuando como secretaria Yolanda Sánchez, en representación del Consistorio castreño, otorgó los premios correspondientes a la I Bienal de Arquitectura Eladio Laredo-Leonardo Rucabado, una vez, según el acta, “de haber visitado detenidamente todos los edificios seleccionados, por lo que se tomaron los siguientes acuerdos:
Dos categorías quedaron desiertas.
1º.Conceder el premio de Sección de Edificios Públicos de nueva planta, al Pabellón de Actividades Náuticas realizado por los arquitectos Mercedes Cabo e Ignacio Villamor, ello, por presentar una hábil solución para un edificio de programa muy diversificado y por haber resuelto con gran elegancia y acierto, la condición de basamento de l iglesia y el castillo sin renunciar a una arquitectura moderna, cualificada y compatible con la historia. Conceder un accésit al edificio de la Cofradía de Pescadores, obra de los arquitectos Antonio Fernández López y Luís Lope-Toledo, por una digna contribución al mismo lugar del edificio anterior.
2º.- Conceder el premio de edificio de nueva planta de promoción privada, a la vivienda unifamiliar, en Sámano, realizado por el arquitecto Javier Ibarrola, por la calidad espacial y volumétrica conseguida en la realización de una pequeña vivienda aislada. Conceder un accésit a la vivienda unifamiliar, en Sámano, realizada por el arquitecto Pedro María Múgica, por la habilidad en resolver una vivienda de gran programa, con el uso de cubiertas tradicionales y sin acudir a recursos de imitación.
3º.- Reiterar la decisión de dejar desiertos los distintos premios de ineriorismo y de espacios exteriores”.
Extraído de: elalerta.com
