Por segundo año consecutivo, Jesús Ángel Suárez Acebal, nacido en la
localidad de Cerdigo hace 40 años, reencarnará la figura de Jesucristo
durante la escenificación de la Pasión Viviente de Castro Urdiales.
Aunque reconoce no tener la misma motivación que el año pasado, Jesús
Ángel espera dejar el listón a la misma altura.
¿Cómo se encuentran los preparativos de la Pasión Viviente?
Actualmente,
nos encontramos en la recta final. Quedan apenas dos semanas para ese
día y llevamos un importante número de ensayos. Estamos trabajando
diariamente para que todo esté apunto ese día.
¿Qué sensaciones tiene al representar de nuevo la figura de Jesucristo?
Esta
claro que las sensaciones en cada individuo son diferentes. Este año me
gustaría dejar el listón a la misma altura que el año pasado, pero me
va a costar más porque me falta la motivación que tenía en la edición
anterior.
¿Por qué ha decidido hacerlo de nuevo?
El
motivo principal, es que mi amigo Juan Pedro, que iba a hacer este año
el papel de Jesús, tuvo un accidente de moto y se rompió una vértebra,
y por el miedo a lo duro del papel, a las caídas y demás, no ha podido
hacerlo. Chechu Arozamena, el coordinador de la Pasión Viviente, ha
recurrido a mí por haber sido quién hizo este 'papel' el año pasado.
¿Cuántas horas ensayan diariamente?
Empezamos
a ensayar a las 20 horas, cuando la gente sale de sus respectivos
trabajos, y concluimos entorno a las 21,30 o 22 horas.
¿Teme a la adversa climatología?
La
verdad es que esa circunstancia es un handicap que tenemos ahí. El
tiempo es impredecible, y por eso estaremos pendientes de que ese día
el clima nos acompañe. Precisamente, estos días estamos ensayando en la
Atalaya y se nota frío de verdad.
¿Por qué aceptó el papel de Jesucristo el año pasado?
Lo
acepté por dos motivos. Primero, porque cuando era joven pude ser el
tercer Jesucristo y no di contestación en ese momento, por lo que fue
otro quien hizo de Jesús. Y en segundo lugar, por mi madre, que murió
joven, era muy creyente y creo que se lo debía, porque entre otras
cosas me dio la vida.
¿Cómo viven los castreños la Pasión Viviente?
Hay
de todo. Gente que viene a ver una escenificación y otros que vienen
por devoción. Pero yo creo que la mayoría de la gente de Castro
Urdiales es consciente de lo que aquí se representa. Los castreños no
vienen a ver una obra de teatro, sino a ver las últimas horas de la
vida de Jesucristo, tan reales como pueden ser representadas.
Un madero, no una cruz
Jesús Ángel Suárez quiere dejar claro un concepto con respecto a las
últimas horas de vida de Jesús y su representación. «Si leéis ciertos
escritos testimoniales, los reos condenados a la muerte no tenían que
cargar con una cruz», señala Jesús Ángel. «La cruz es el símbolo actual
de los cristianos», aclara. «Los reos eran obligados a llevar el palo
horizontal del madero porque el palo vertical estaba clavado. De este
modo, los romanos les subían con polea y a los que querían que murieran
rápido les clavaban en la cruz y a los que por el contrario querían que
tuviesen una lenta agonía, les dejaban morir de hambre y de sed»,
relata Jesús Ángel en el programa 'Protagonistas Castro Urdiales' de
Punto Radio DM.
Realismo
Asegura que le planteó a Chechu
Arozamena, coordinador de la Pasión Vivente, la posibilidad de llevar
el madero puesto que con la cruz «se falsea la realidad». «Como se
trata de representar las últimas horas de Jesús, lo más reales
posibles, desistí de llevar la cruz y este año se ha cambiado por el
madero, que es lo más fiel a la realidad, más incluso que el año
pasado», apuntó Jesús Ángel que quiere aclarar «que lo real es llevar
el madero y no la cruz como la gente cree».
Extraído de: eldiariomontanes.es