De la mano de Numismática Lavín, os invitamos a dar una vuelta por la Historia y por el mundo de las monedas antiguas y su relación con Castro Urdiales, desde la prehistoria hasta la edad moderna.
Vestigios de la fundación de Castro Urdiales
Se tiene constancia de la población de estas tierras desde épocas prehistóricas (unos 17.500 años). No en vano existen pinturas en cuevas del entorno, como la del Cuco, que está cerca de la plaza de toros, y en la que se han encontrado desde restos humanos hasta algún trozo de cerámica de la prehistoria reciente.
Se sabe de la existencia de pobladores posteriores, y parece que estaban influenciados por los celtas. La otra gran población de la península eran los íberos.
Cuando el imperio romano disputa las tierras íberas a Aníbal y su ejército cartaginés, corre el siglo II antes de Cristo.
La asimilación de los pobladores de Hispania por los romanos no se lleva a cabo de forma pacífica. Cuando los romanos entraban en un lugar, destruían casi todo, tomaban esclavos entre los pobladores, y se asentaban en la zona con guarniciones de legionarios que al paso de los años acababan por vivir en la zona conquistada. Esto ocurrió donde hoy vivimos.
Se sabe que había un castro (fortificación) romano, y un puerto (portus) en la zona de los Ámanos, o Sámanos. Como los pobladores de la región eran várdulos se cree que Castro Urdiales es una evolución de las palabras Castro Vardulies, que viene de la “fortificación de la tierra de los várdulos”.
En cuanto a los ámanos, que parece que eran parte de los autrigones, tras las guerras cántabras contra los romanos, se retiraron hacia la región que hoy conocemos como Sámano, y que probablemente se llame así por los pobladores ¿o es al revés?
La cuestión es que en el año 69 d.C. ya existe un asentamiento romano, y un puerto que da salida hacia la Galia. La identificación de los distintos restos cerámicos avalan un comercio de cierta entidad en Portus Amanum. Probablemente distribuía piezas hacia Iuliobriga (actualmente Campoo del Medio) y la meseta castellana, puesto que contaba con buenas conexiones viarias.
Precisamente se conserva un trocito de vía de trazado romano, aunque no es seguro que la factura actual sea romana. En esa vía se encontraron monedas medievales, que atestiguan que al menos en la edad media se usaba esa vía para acercarse a Pisuerga (la meseta que comentábamos antes).
En el año 74 el emperador Vespasiano, sucesor de Nerón, de la dinastía Flavia, promulga el edicto de latinidad. Por lo menos 350 ciudades hispanas de las zonas más romanizadas pudieron ser organizadas como municipios latinos durante la dinastía Flavia, de lo que dan testimonio muchos textos en bronce, como las de las ciudades de Malaca, Salpensa o Irni. Entre las zonas alcanzadas por este edicto podría estar Flavióbriga, nombrada así por la dinastía flavia a la que pertenecía el emperador. Estas leyes terminarían por eliminar las configuraciones organizativas de los nativos al ser sustituidas por el efecto urbanizador del modelo romano.
No se sabe seguro si fue en el 74, o en el 69 (año de los cuatro emperadores, año convulso con una guerra civil en roma (Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano)), o en el 71, cuando se dan por finalizadas las rencillas con los pueblos sometidos. La cuestión es que Castro Urdiales o Flavióbriga toma entidad, y pasa a la historia.
Con la invasión de los bárbaros, la antigua Flavióbriga sufrió las consecuencias de las guerras entre las diferentes facciones y hacia el año 456 y como consecuencia de las batallas entre godos y suevos, la población fue devastada.
Edad Media. Privilegios y fueros.
Hay ausencia de noticicas sobre este emplazamiento hasta bien entrada la Edad Media, aunque en 1011, en una carta de donación otorgada por el conde Don Sancho de Castilla a un Monasterio se menciona el nombre de Sámano…
Antes de llegar a la era moderna, se acepta que a Castro Urdiales se le concedió un fuero de la Familia del Fuero de Logroño, y aunque se acepta tácitamente que la fecha de su concesión corresponde a 1163, no se sabe a ciencia cierta si esta fecha es la correcta, ya que en ese año, Alfonso VIII tenía 8 años. No hay duda de que el contenido de ese fuero corresponde con el concedido a Logroño, y tampoco hay duda sobre su extensión hasta Laredo en 1200. De esta forma el derecho franco se extiende por la zona más septentrional del reino de Castilla. Este fuero trata de incentivar el repoblamiento de la zona, y facilitar su organización, estableciendo el villazgo.
A mediados del siglo XIV, y debido a la guerra entre los Trastámara, las diferentes políticas comerciales que incentivaron otras rutas marítimas, la competencia con Bilbao, establecida con sus propios privilegios, y las luchas entre linajes rivales, además de la peste hicieron que decayese su pujanza.
En 1641, el rey Felipe IV, mediante el pago de 1000 ducados, concedió a la villa y a Sámano, la Vara de Alcalde, es decir, el derecho a que sus vecinos fueran quienes eligieran a su Alcalde en lugar de ser éste designado directamente por el Corregidor del Rey. Sin embargo, no parece que entusiasmó demasiado a los castreños este “oficio” de electores de su Alcalde, pues no daba lugar sino a rencillas y disgustos, hasta el punto de que el 20 de enero de 1663 se acordó que “….convenía al servicio de Dios y a la conservación de la tierra….” devolver a S.M. el espinoso privilegio.
Definitivamente en 1763, Carlos III restituyó Castro Urdiales al Corregimiento de las Cuatro Villas, aunque la última sesión del ayuntamiento castreño en el que se trató de la incorporación al Señorío se produjo el 30 de octubre de 1774.
En el siglo XVIII, que empezó con la Guerra de Sucesión en que los castreños, al igual que los vizcaínos, tomaron partido por Felipe V, Castro sufrió una nueva etapa de decadencia, motivada sin duda por la propia decadencia del reino y por las continuas guerras.
En 1808, Castro Urdiales respondió con entusiasmo al grito de guerra lanzado por España contra Napoleón. Sin embargo, las bandas de voluntarios, faltos de instrucción militar y disciplina, no pudieron evitar que los franceses se hicieran dueños de la provincia y establecieran guarniciones en los pueblos principales, entre ellos Castro, a la sazón inerme e indefenso. Cuatro años llevaba Castro de dominación enemiga, cuando las tropas españolas que operaban en la zona con el apoyo de algunos buques de guerra ingleses lograron su recuperación el 8 de julio de 1812.
Los franceses no renunciaron a la posesión de Castro, antes al contrario, decidieron apoderarse de él nuevamente desplegando para ello un gran lujo de fuerzas y medios. El sitio de Castro se inició el 19 de marzo de 1813 y finalizó el aciago 11 de mayo del mismo año. Los franceses emplearon más de 12.000 hombres en el empeño, mientras que Castro estaba defendido por 1.300 soldados amén del vecindario armado. El 11 de mayo, las tropas francesas rompieron las defensas.
Las fuerzas que defendían la plaza se retiraron por mar a las naves inglesas y los franceses entraron en la villa hallándola sin tropa alguna y sin capitulación. Ufanos por su triunfo y dueños absolutos del pueblo que tanto se les había resistido, declararon a sus habitantes rebeldes, traidores y asesinos y produjeron entre ellos una gran matanza, pasando a cuchillo a 309 personas, de entre ellas a 82 niños, y de las 563 “habitaciones” existentes destruyeron o incendiaron 309, quedando en pie sólo 254 “habitaciones” en 133 casas.
Después de la Primera Guerra Carlista, en la que Castro tomó partido por la causa isabelina, se reordenó en España la división administrativa en provincias y municipios, constituyéndose la provincia de Santander o Cantabria, con capital en Santander. A partir de ese momento, la historia de Castro Urdiales ha ido vinculada a la de la provincia, tanto durante la segunda Guerra Carlista como durante la Guerra Civil de 1936.
Durante los últimos 30 años, Castro Urdiales ha experimentado un notable crecimiento urbanístico, no siempre bien encauzado, convirtiéndose en un punto de veraneo, especialmente para madrileños, burgaleses y vizcaínos, y como ciudad dormitorio para gran número de estos últimos.
Vizcaya y Castro Urdiales
Los nexos entre Castro-Urdiales y Bizkaia son continuos durante el medioevo, tanto que frente a las continuas acometidas de los linajes banderizos en la zona, la villa estará entre las firmantes de la constitución de la Hermandad de Bizkaia en Junta General en Gernika el año 1394. Y unida al Señorío, con voz y voto, estuvo hasta que en 1471 solicitara formalmente la separación.
desde el siglo XV formará parte de una nueva unidad administrativa: el Corregimiento de las Cuatro Villas (con San Vicente de la Barquera, Santander y Laredo), no dejará de acudir a Gernika a los juramento forales de Enrique IV (1463) y de Fernando el Católico (1476), y posteriormente no fueron pocos los intentos de reintegración: 1562, 1576, 1665, 1667, 1678… aunque no será hasta el siglo XVIII cuando Castro-Urdiales vuelva a vincularse al Señorío.
Se argumenta que el desgaste económico y demográfico que supuso para Castro la política de los Austria llevó a la villa a la extenuación, y que buscando un respiro pretendió reincorporarse a fin de gozar de exenciones y beneficios. Así, en 1738, Castro Urdiales se reintegró en el Señorío, a pesar de la resistencia de algunos lugares del mismo, que lograrán, en 1741, que se revocara la decisión, dando lugar a una serie de pleitos y a una larga alternancia de integración-separación de la que quedan buenas pruebas documentales en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid.
Monedas encontradas en castro Urdiales.
** El 28 de agosto de 1866 encontraron unas monedas en la base de las antiguas murallas de la ciudad, cuando se procedía a su derribo para dar ensanche a la población. La ubicación de esas murallas puede coincidir con parte de la zona del muelle de Ocharan Mazas, o algún trozo de la Barrera, que puede tomar su nombre de esa muralla.
Se encontraron dos piezas. Una de Antonino Pío y otra de su esposa, (annia galera) Faustina la Mayor. Al parecer y según opinión acreditada parece que se cree que se pusieron ahí para datar la fecha de construcción de la muralla, que estaría en torno al año 138 (comienzo del reinado de Antonino Pío) a 142.
La leyenda de la moneda de Antonino Pío (sucesor de Adriano) es : ANTONINUS AUG (usto) PIUS. P.P.TR(ibunicia). POS(téstate). CONS. III. La de su esposa tiene la leyenda en el anverso: DIVA FAUSTINA AUGUSTA.
** Por esa época un marinero encontró en el Pedregal de la señora Santiaga (en oposición al pedregal de las mujeres, o al pedregal del matadero) dos hermosas monedas de oro del emperador Augusto en un estado de excelente conservación. Siendo piezas de oro podrían ser Áureos, que valían 25 denarios. No tenemos más detalles del reverso de las piezas. En el anverso estaría la efigie de Cesar Augusto.
**En otro lugar y por esa época también (se comprende que al estar levantando la antigua muralla, y urbanizando las calles de la villa (Castro Urdiales es ciudad desde el 18 de diciembre de 1909, por lo que cuando se encontraron esas monedas era la villa de Castro Urdiales) era razonable que aparecieran pequeños tesoros… se encontró una pieza de cobre con el anverso de Julio Cesar y en el reverso una imagen mitólogica.
**En septiembre de 1881 al practicar una excavación en una casa de la calle Plazuela (n 28) se halló otra pieza numismática. Era una pieza de Marco Aurelio de bronce. M ANOTNIUS AVG TR P XXV.( Marcus ANTONINVS – AVGustus TRibunicia Potestate XXV). En el reverso hay una corona de encina y dentro de ella una leyenda que dice PRIMI DECENALES (primer periodo de diez años) CONS III (cónsul por tercera vez) SENATUS CONSULTO (con el permiso del senado). Corresponde al año 171 d.C.
**En 1883 un labrador encontró un sextercio del año 80 d.C. Parece que es del emperador TITO. Es una pieza de plata. La zona en donde la encontró se ubica en el Rebanal en Urdiales.
**En 1893 fue hallada en la huerta de lo que entonces era el convento de Santa Clara una pieza de bronce del emperador Claudio (años 41 – 51 dc). TI CLAVDIVS CAESAR AVG P M TR P IMP P P
**En 1983 se encuentra un denario de Bolskan de 105-72 AC, en Arciseri – Cotolino
** 2000. En el monte Cueto existe la mención a un hallazgo numismático (Molinero, 2000:147) en superficie. Concretamente dos monedas, una de Galba (siglo I d.C) y otra de Graciano (siglo IV d.C), aunque nada se sabe ni de su paradero ni del lugar exacto de su aparición.
** 2013. En las recientes obras de restauración de la girola de Santa María se han encontrado Blancas de Enrique IV (1454-1474), y monedas de 8 maravedíes de Felipe IV (nieto de Felipe II, y con un reinado que dura desde 1621 hasta 1665)
** Hace no mucho en unas obras en la “vía romana” de Castro Urdiales, esa de la que dan idea de su existencia los miliarios de Otañes y de Balmaseda se encontraron unas piezas sin valor numismático, de época medieval, lo que da idea de que en esa época existía el camino y que pasaba alguien por allí.
** Durante las obras de consolidación de la Ermita de Santa Ana se hallaron piezas (sus reproducciones se pueden ver en el yacimiento) de Carlos III, y Sancho IV.
Seguramente hay más hallazgos.Lo que ha ocurrido es que tal vez no hay un buen lecho legal para que aquel que encuentra algun objeto histórico, o alguna ruina con valor arqueológico se decida a comunicarlo a las autoridades, por lo que, más veces de las que nos gustaría, se pierden datos para apuntalar la historia de una ciudad, como en este caso, Castro Urdiales.
Si conocéis algun hallazgo más podéis escribir a numislav@gmail.com