Chechu Arozamena es todo un personaje público en Castro Urdiales y no porque se dedique a la política, ni mucho menos, si no por el hecho de que lleva nada menos que 25 años al frente de la Asociación Cultural Pasión Viviente. Este castreño no pierde la ilusión con el paso del tiempo y muestra de ello son las ganas con las que organiza cada Navidad el Belén Viviente y el de figuras. Asegura que es mucho el tiempo que hay que dedicar a esta afición pero la sonrisa de los niños es el mejor regalo a su incesante trabajo.
- ¿De dónde saca el tiempo para organizar este tipo de representaciones?
- A veces pienso que ni sé de dónde lo saco. Lo hago todo a base de sacar energía. Salimos de trabajar tarde -porque tenemos nuestro trabajo- y nos dan las diez de la noche en el local dónde representando el Belén Viviente. Siempre se nos junta la Navidad con la Pasión Viviente. No dejamos una cosa cuando ya hemos cogido la otra.
- ¿Cuándo y cómo surge la idea de crear el Belén Viviente y el de figuras?
- Nace primero el Belén Viviente, en 1992. Y la iniciativa surge después de que nos reuniéramos y planteásemos el hecho de que si en Semana Santa matábamos a Jesucristo porqué no le íbamos a hacer vivir, que era más fácil. En el caso del belén de figuras, nació en 1995 para descansar del viviente. Cuando comenzamos con el viviente actuábamos muchos días y nos cansaba. Entonces se nos ocurrió hacer uno de figuras a tamaño real como si fuéramos nosotros. Al principio eran figuras fijas, pero ahora aprovechando unos microondas, secadores, exprimidores hemos hecho que esos treinta y cuatro maniquíes se muevan.
- ¿Qué se pueden encontrar en la calle La Rúa 13 aquellos que no conozcan ese particular belén?
- El Belén Viviente es una gran sorpresa porque tiene una gran iluminación, sonido, la banda sonora es guapísima y está muy bien montada. Nosotros hemos visto otras cosas por ahí montadas y ninguno se parece al nuestro. La gente cuando lo ve se queda asombrada de lo que puede observar en tan pocos metros cuadrados. Ese reducido espacio a nosotros nos favorece porque la gente que nos visita está cerca del actor. Siente más ese calor porque está más cerca del actor, casi le puede tocar. Además, esto no sería posible sin un grupo de gente que realmente lo vive.
- ¿Me imagino que el principal activo de la Asociación Pasión Viviente sea esa gente que la conforma?
- En la época navideña no participan todos los que conforman la asociación, que ronda las 560 personas. Ahora, estaremos unas 60 personas que se van intercambiando. Pero se agradece esa colaboración e implicación. Además, tenemos mucha juventud porque hay que decir que nuestra cantera está en el belén, en la Navidad, de ahí nacen los niños. Críos que han hecho de Jesús son romanos ahora en la Pasión Viviente.
- ¿Cómo está respondiendo este año el público?
- Está viniendo mucha gente porque hace buen tiempo. Lo importante es que no llueva. Nos visita mucha gente. La verdad es que hay colas.
- Entre tanto belén, ¿con qué se queda de la Navidad?
- Lo que más me gusta es ver a los niños en la primera fila del local donde realizamos la representación. Qué expresiones hacen con sus caras. Les hacemos felices. Cuando nace el niño habrías.
- ¿Qué le lleva a seguir con todo esto?
- El tener la misma ilusión que cuando comencé hace 25 años, si no lo hubiese abandonado. No obstante, a veces me da algunos que otros dolores de cabeza.
Biografía: Chechu Arozamena, de profesión pintor, nació hace 60 años en la calle la Rúa. Castreño de toda la vida lleva vinculado a la Asociación Pasión Viviente desde hace 25 años. Su mujer, Guadalupe Beascoechea, siempre ha estado a su lado colaborando en todas y cada una de las representaciones y actividades que ha llevado a cabo este colectivo en Castro Urdiales.
Extraído de: eldiariomontanes.es