Más de 600 personas representarán mañana, viernes, los últimos
episodios de la de la vida de Jesucristo en la vigésimo segunda edición
de la Pasión Viviente de Castro Urdiales. José Ramón Arozamena,
responsable de la sociedad cultural castreña que organiza los actos,
adelantó ayer que se están ultimando los detalles «para que todo salga
perfecto».
Participarán en la representación de esta popular celebración 620
vecinos. El vestuario ya está dispuesto para celebrar el día central de
la Semana Santa que muchos, vecinos y turistas, viven con fervor. Como
novedad, destacar que se ha cambiado el diálogo de la escena de
Herodes. «Seguirá manteniendo el lenguaje de comedia, pero introducimos
cambios para los habituales de la Pasión castreña. También hemos
introduciendo algunas bandas sonoras», señaló Arozamena.
Miles de seguidores
Según
el coordinador del acto, al que acuden miles de personas cada año, en
esta edición se espera congregar, al menos, a los 30.000 espectadores
de la última edición. La Asociación Cultural La Pasión Viviente se
encargó ayer de adecuar los escenarios que darán cabida a las escenas
bíblicas. La jornada cultural está financiada por el Ayuntamiento y el
Gobierno de Cantabria. Arozamena destacó que «siempre hay nervios de
última hora, pero estamos trabajando duro conseguir que la jornada del
jueves sea más tranquila y estar dispuestos el viernes». La Pasión
Viviente de Castro Urdiales cuajó por la iniciativa del padre Luis
Campuzano, que la puso en marcha en 1984. Seguramente, Campuzano nunca
pensó que sentaría las bases de una tradición que, cada año, cuenta con
más figurantes, más detalles y más seguidores.
Programa
La
representación comenzará a las diez de la mañana con la escenificación
de La Última Cena frente a la iglesia gótica de Santa María. En el
mismo lugar se podrán ver los dos juicios de Pilatos, la oración del
Getsemaní y el arrepentimiento de Judas. El resto de los episodios se
escenifican en el castillo-faro y las calles del casco antiguo, muy
cerca del puerto. La Pasión, con un recorrido de dos kilómetros, durará
más de cuatro horas.
Anécdotas
Una de las anécdotas de
este año es que el miliario romano de la explanada de Santa María ha
sido restaurado y trasladado al castillo-faro. En su lugar el
Ayuntamiento instaló una estatua en honor a Vespasiano, fundador de la
ciudad. Allí Jesucristo, interpretado por Jesús Ángel Suárez, recibirá
los latigazos. Para ocultar la ausencia del miliario, la asociación ha
fabricado uno artificial.
Vespasiano será revestido y quedará
oculto durante la jornada, mientras los ojos de los espectadores siguen
la escena más dura, los latigazos.
Extraído de: eldiariomontanes.es