La Unión (LU), en comunicado emitido el pasado 7 de julio, consideró que la decisión de seguir implantando “la receta electrónica, con la actual crisis, es una medida disparatada y poco oportuna.”
La Secretaria General de la formación, Pilar de la Hera, indicó que esta medida, “declarada como prioritaria por los parlamentarios y el Gobierno de Cantabria”, ya que se ha incluido dentro de las 18 medidas aprobadas como resolución final del reciente Debate sobre el Estado de la Región celebrado por el Parlamento de Cantabria, “es una grave irresponsabilidad ya que en otras Comunidades se ha paralizado su implantación ya que dispara el gasto público farmacéutico.”
“Es sospechoso tener ahora urgencia en implantar una medida que has tenido que ser paralizada en el País Vasco y en la Comunidad de Madrid”, indicó De la Hera.
Continuó señalando que “es obligado que en tiempos de crisis los experimentos se deben hacer con gaseosa”, ironizó.
“La Comunidad de Extremadura, pionera en la implantación de la receta electrónica se situó a la cabeza de España, en el aumento del gasto farmacéutico”, así mientras la media alcanzó “un 4 % de aumento, en Extremadura supero el 8,4%”, aseguró Pilar de la Hera.
“Estos malísimos datos han hecho que País Vasco y Madrid congelen sin fecha sus proyectos de implantación de receta electrónica”, prosiguió, “por esta razón, ó bien, una vez más vuelve a haber intereses ocultos, y los amigos, y conocidos de siempre, o realmente hacer pruebas en los tiempos que corren con el dinero público es de una temeridad insostenible. “
LA UNION (LU) aseguró que actualmente “no existe ninguna necesidad real” de cambio en el sistema actual de recetas, ya que funciona razonablemente bien.
“El momento actual de crisis requiere, extremar las medidas de control sobre cada euro que se gaste”, indicó De la Hera “Desgraciadamente”, afirmó, “esto huele a nuevo tenderete montado para destinar dinero público al reparto selectivo de siempre”.
En LA UNION (LU) esperan “que un colegio oficial, como el de Farmacia no se preste a estos trapicheos, lesivos para el interés general”, aunque se le pague con jugosas subvenciones, como las consignadas para la implantación de la receta electrónica en los Presupuestos Regionales.
“Con la disculpa de la modernidad” finalizó “nos quieren vender un sistema peor del que ahora funciona”, y que además “ya ha acreditado que dispara el gasto farmacéutico”, y esto “es especialmente sangrante en una región que tiene serias dificultades para pagar sus deudas en las farmacias”.
