lunes. 13.01.2025

Muguruza debe abandonar el cargo

EL MUNDO recogió en su edición del pasado miércoles que la Unidad de Blanqueo de Capitales de la Agencia Tributaría ha detectado un desfase patrimonial -agujero fiscal, fraude… (salvo que documentalmente se acredite lo contrario)- que supera los 120.000 euros en las cuentas de la esposa del alcalde tránsfuga de Castro Urdiales, Fernando Muguruza, ex PRC. Antes, este periódico había informado de situaciones análogas, pero con otras cuantías, por parte del ex alcalde Rufino Díaz Helguera y del que ha sido secretario con ambos primeros ediles, Cesar Díaz.

La presunción de inocencia es un derecho de todo ciudadano, y seguirá vigente en los tres casos citados hasta que la Justicia determine que alguno de esos desfases patrimoniales son tales y si obedecen a un enriquecimiento ilícito por razón de los cargos públicos ocupados. Esa es la responsabilidad frente a los tribunales. Pero ni Muguruza ni Díaz Helguera, al menos, pueden obviar otra no menos importante: la política, a no ser que ambos coincidan su ejercicio sólo como medio de vida y menosprecien todos los loables principios que acompañan al desarrollo de la función pública. ¿Victimas? La imagen del municipio y, sobre todo, los ciudadanos.
 
Castro Urdiales no merece el bochorno de ver a su alcalde sentado en el banquillo de los acusados -algo que se produciría tan pronto como la Audiencia resuelva los recursos pendientes que han dilatado el proceso-, y dada la gravedad de las imputaciones, el número de procesamientos y su condición de tránsfuga, Muguruza tendría que reflexionar y cesar como edil. A partir de ahí, centrar todos sus esfuerzos en la defensa de las múltiples causas que tiene pendientes y exprimir los numerosos mecanismos que le confiere el sistema legal garantista por el que se rige España para defender esa inocencia que proclama.
 
Pero no es probable que lo haga. Frente a la razón y la responsabilidad, el regidor tránsfuga parece haber elegido el peor camino: la huida hacia adelante, lo cual ha generado, genera y generará efectos perversos en el municipio. Sólo así se explican sus delirios conspiratorios y las críticas a todo aquel que, a diferencia de él, si ejercen su trabajo: los medios de comunicación, por informar a los ciudadanos, y la Justicia, por velar por el cumplimiento de la ley. Unos y otra, tanto monta, son diana diaria para el presunto inocente ya procesado como presunto culpable. Y un ‘delito’ al menos ya consta en su haber: haber traicionado al partido. Desde que fue procesado, también lo ha hecho con Castro.

Extraído de: EL MUNDO

Muguruza debe abandonar el cargo