El caso de Castro Urdiales se sale de lo normal ya que en verano la localidad llega alcanzar los 120.000 habitantes. Ahora, a finales del estío, sigue rozando el 80% de ocupación, aunque ya no todos los visitantes son turistas de playa. A diario las mañanas son ya más tranquilas y las tardes recuperan el movimiento, lo que se explica por la cercanía con Vizcaya.
Aunque la gente de vacaciones baja al 50%, regresan los técnicos extranjeros y españoles que trabajan en el País Vasco para refinerías, o en el superpuerto y duermen en Castro Urdiales. Son alemanes, americanos, franceses, ingleses, principalmente. El tráfico se reduce y los arenales están más despejados. Pero el ferry que llega dos veces por semana a Santurce contribuye a que la localidad no se vacíe de repente.
Fuente: eldiariomontanes.es