El grupo "Mi Pueblo Limpio" de Castro Urdiales cumple en estas fechas dos años desde su creación para la limpieza de ciertos entornos naturales del municipio y alrededores.
Para celebrar este segundo cumpleaños, nos juntamos con el colectivo para conversar acerca de sus actividades y del problema que supone para la naturaleza estos residuos que dejamos olvidados.
- ¿Qué nos pasa como sociedad? ¿Por qué dejamos la basura en cualquier lado?
Es un problema de educación desde la infancia. Nuestros hijos deben aprender desde que nacen que no se debe tirar nada al suelo, ni siquiera algo tan pequeño como un envoltorio de un chicle o un pañuelo de papel.
Debemos enseñarles que, si no hay una papelera a mano, deben metérselo en el bolsillo o en la mochila. Esto sienta las bases del respeto hacia lo que es de todos: el barrio, la ciudad, el planeta.
Está claro que, en este tema, hemos fracasado como educadores, y por eso hemos llegado a la situación actual, en la que hay personas que tiran el paquete de tabaco, el pañuelo o la lata de cerveza sin pensarlo, como hábito adquirido, y otras que tiran de manera consciente, desde esas pequeñas cosas, hasta furgonetas enteras de escombros u otros residuos, porque no sienten ningún respeto por la naturaleza o por lo que consideran que no es suyo.
- Cumplís dos años desde vuestra primera actuación... ¿Cómo surgió la iniciativa?
Anteriormente algunos de nosotros habíamos organizado limpiezas de ríos y playas que se convocan un par de veces al año en todo el territorio nacional. Ahí nos dimos cuenta de la magnitud del problema, y de que había que hacer esto con más frecuencia.
Cuando nos dejaron salir a pasear durante la pandemia, Encarni, nuestra coordinadora, comenzó a recoger residuos en sus paseos por Sámano y pensó que podíamos hacer un grupo para limpiar toda la pedanía.
En nuestra primera salida nos juntamos siete personas y recogimos 95 kilos en las cunetas de la carretera de Santullán hasta Vallegón. Desde entonces, no hemos parado. Salimos prácticamente todas las semanas, muchas de ellas dos veces, casi siempre en Castro, pero hemos actuado incluso en Leioa o en Suances.
El grupo ha ido creciendo, y actualmente somos más de veinte personas que acuden a las convocatorias cuando les viene bien.
- En estos dos años habéis realizado un montón de actuaciones ¿tenéis contabilizados los kilos de basura que habéis retirado?
Sí. Al final de cada recogida, pesamos cuidadosamente con una báscula de mano digital todas las bolsas y los residuos que recogemos, y los vamos anotando en una hoja de cálculo junto con otros datos.
Llevamos 30.360 kilos recogidos, principalmente en Castro-Urdiales. Hemos realizado 190 actuaciones en grupo y 50 individuales, en las que hemos limpiado 283 kilómetros de caminos, cauces, playas. etc.
- ¿Cuáles son los tres objetos más habituales que recogéis en vuestras actuaciones?
Por número, seguramente latas, botellas y colillas. Pero también hay muchas bolsas y trozos de plástico, cuerdas, envoltorios, envases, bidones, neumáticos... Y un número excesivamente grande de residuos agrícolas y ganaderos: grandes plásticos, cuerdas, bidones...
Otro tema que nos preocupa son los residuos que dejan algunos pescadores a escasos centímetros del mar: sedales, colillas, envases...
- ¿Y lo más raro que habéis retirado?
Puede que lo más raro sean dos máquinas tragaperras descuartizadas, pero hay muchas otras cosas raras, como una bolsa de pipas de los años 70, extintores, orinales de porcelana, una vitrocerámica en el río, un televisor en la playa…
- Mi Pueblo Limpio se basa en la colaboración ciudadana y el voluntariado pero... ¿recibís alguna ayuda de ayuntamiento, empresas, etc..., ya sea en forma económica o en forma de material?
La empresa de limpieza de Castro-Urdiales, a petición de la Concejalía de Medio Ambiente, se encarga de llevarse todos los residuos que les dejamos preparados en un lugar accesible cuando no tenemos un contenedor cerca.
Al principio pedimos materiales a algunas juntas vecinales en las que hemos actuado, pero posteriormente hemos optado por involucrar a algunas empresas que han respondido estupendamente colaborando con herramientas o materiales: chalecos, bolsas, guantes, pinzas, sacos, carteles, etc.
Todas ellas están en la sección de colaboradores de nuestra página web (www.mipueblolimpio.org).
- Un último mensaje que os gustaría trasladar a nuestros lectores
Que nuestro objetivo no es estar recogiendo toda la vida, sino no tener nada que recoger. Nos gustaría que cada persona que lea esto piense en lo que podría hacer para ser parte de la solución y no del problema.
Hay muchas cosas, pero se nos ocurren estas: educar a sus hijos como hemos dicho antes, dejar de tirar basura si es que lo hacen, propagar nuestro mensaje a sus alumnos si son profesores, recoger algo por su cuenta cuando paseen por la playa o por el campo o, para los más comprometidos, venirse un día a recoger con nosotros.
Se lo van a pasar estupendamente, y van a conocer de primera mano lo que hacemos y cómo está nuestro entorno.
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