El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el lehendakari del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu, han realizado hoy un llamamiento a la responsabilidad ciudadana y al cumplimiento de las normas de seguridad para evitar la transmisión del coronavirus, precisamente el día en que ambas comunidades autónomas entran en la denominada nueva normalidad y retoman la movilidad entre ellas.
Horas después de haber decretado el final del estado de alarma en sus respectivos territorios, en vigor desde esta medianoche y dos días antes que en el conjunto de España, Revilla y Urkullu han mantenido un encuentro en un lugar próximo a la frontera entre Cantabria y País Vasco, concretamente en la senda verde de Kobaron (Muskiz), con la vista de Castro Urdiales al fondo, para enviar un mensaje conjunto en dos direcciones: en primer lugar, una petición de prudencia tanto a los cántabros como a los vascos que se muevan de un territorio a otro a partir de hoy y, en segundo lugar, trasladar al conjunto del país la imagen de dos comunidades que están preparadas para pasar página y reactivar la economía.
“Tenemos que ser responsables. Nos ha costado mucho llegar aquí, ha costado mucho dolor, ha costado mucho dinero, la economía se nos ha deteriorado y tenemos que recuperarla. No podemos volver a recaer y, para no recaer, tenemos que ser cumplidores de las normas”, ha enfatizado Revilla.
A su juicio, “el mejor antiviral posible somos nosotros mismos” y, aunque considera que en líneas generales el comportamiento de la mayoría está siendo sensato, ha advertido de sanciones importantes para quienes incumplan las reglas, a quienes también ha tachado de “insolidarios”. Más allá de adelantar un par de días el paso a la nueva normalidad, el presidente cántabro ha destacado el componente simbólico del encuentro de hoy entre dos comunidades “hermanas” y con muchos vínculos afectivos en común: “Es difícil encontrar dos territorios de mayor flujo comercial y humano”, ha afirmado.
Sobre la situación sanitaria, ha reseñado que ambos sistemas de salud han respondido “muy bien” ante la crisis, con independencia del “alarmismo” que se ha generado en la última semana en torno a unos brotes “puntuales y perfectamente aislados” en algunos hospitales vascos.
Para Revilla, “la evolución en Euskadi y Cantabria ha sido extraordinaria” y la pandemia se encuentra en estos momentos en unos “niveles soportables”, si bien ha insistido en la necesidad de aprender a convivir con el virus hasta que aparezca una vacuna, así como de dinamizar la economía para evitar que el daño social sea aún mayor que el sanitario.
Por otro lado, el jefe del Ejecutivo cántabro ha resaltado la buena sintonía institucional que mantiene con el lehendakari vasco y que se ha “acrecentado” en los últimos meses a raíz de las sucesivas reuniones de la Conferencia de Presidentes, 14 en total, donde ambos han defendido posturas comunes en relación al proceso de desescalada o la continuidad de la actividad de la industria siderúrgica, entre otros ejemplos.
“Entre nosotros hay una relación de siglos de colaboración, a veces de etapas duras donde no nos entendíamos. Sin embargo, hace tiempo que yo vengo luchando, y creo que lo hemos conseguido, para encontrar una afinidad de estos dos territorios que nos ayude a planteamientos comunes en defensa de nuestras gentes”, ha aseverado.
La misma opinión tiene Urkullu, que ha agradecido a Miguel Ángel Revilla la colaboración entre dos Gobiernos que comparten los mismos “desvelos” y ha ahondado en el llamamiento a la concienciación de cántabros y vascos en la nueva etapa que ahora comienza. “Tiene que estar en la conciencia de cada uno que preservemos lo que ha sido un esfuerzo muy importante en esta etapa anterior para que intentemos que no se repitan los efectos de un virus que sigue estando entre nosotros”, ha apuntado.
Finalmente, el lehendakari ha asegurado que “Euskadi estará abierta a la receptividad de cántabras y cántabros” y ha concluido su intervención con un ”deseo ferviente para que todas y todos los cántabros también vayan evolucionado positivamente y que los vascos y las vascas que vayan a Cantabria cumplan con todos los requisitos y medidas”.