La vuelta al trabajo tras el puente festivo se convirtió ayer en un calvario para miles de automovilistas por culpa de un accidente registrado en la A-8. El siniestro arrojó un saldo de siete heridos y cuatro horas de caos circulatorio. El percance se produjo a las 06.55 horas en la N-637, a su paso por el puente de Rontegi, en sentido hacia Getxo. Cuatro turismos y un camión cargado con frutas y verduras chocaron a la altura del desvío hacia el corredor del Txorierri.
«A causa del accidente, siete personas resultaban heridas de diversa consideración y tenían que ser trasladadas por ambulancias de Osakidetza y la RTSU al hospital de Cruces. Los dos ocupantes del camión accidentado fueron rescatados de su vehículo por una dotación de bomberos de Diputación, dotada de equipos de desencarcelación», según informó la Ertzaintza. El vehículo de transporte volcado ocupó el desvío hacia el corredor del Txorierri y dejó sólo un carril hábil para el tráfico en la propia N-637, lo que multiplicó las retenciones hasta las once de la mañana, pese a que a las 09.45 horas una grúa retiró de la carretera el camión volcado.
Miles de automovilistas se vieron afectados al coincidir el accidente con la hora punta de un lunes -uno de los días de la semana con mayor tráfico- y la huelga de los autobuses de TCSA. Por añadidura, ayer era la jornada de vuelta al trabajo después del puente festivo. Muchos vizcaínos que pasaron el fin de semana en Cantabria habían decidido posponer su retorno al lunes por la mañana, por la gran densidad de tráfico que se registró el domingo.
Atascados durante horas
Claro que nadie esperaba encontrarse con las retenciones de hasta casi 30 kilómetros causadas por el accidente, que llegaron hasta Castro. Las rutas alternativas sólo dejaron en evidencia la deficiente red viaria vizcaína. El enfado de muchos fue grande, como el de Isaac Molano, que regresó de Laredo a Erandio a las nueve de la mañana: «Es una vergüenza; he tardado más de 3 horas en hacer un recorrido que en otras circunstancias hago en 45 minutos». Molano decidió escapar de la A-8 y tomar la carretera general por Muskiz. Como otros muchos automovilistas optaron por la misma ruta, a las once alcanzó la entrada de Portugalete y su espera para atravesar la ría por el Puente Vizcaya se prolongó 60 minutos más. La caravana afectó de lleno a otros tramos y también se extendió de Rontegi hasta el túnel de Malmasín, situado a unos 15 kilómetros.
Quienes viven de la carretera, como los taxistas, lo pagaron más caro: «He perdido casi toda la mañana y un montón de dinero, porque había muchísimo trabajo», se quejó Carlos, que trabaja en la parada de Portugalete. EL CORREO DIGITAL se convirtió en una ventana en la que algunos plasmaron su experiencia. Es el caso de Carlos, un vecino de Barakaldo que optó por ir por Zorroza y tardó una hora y diez minutos en recorrer sólo 3 kilómetros. Otro lector llegó a calificar de «lamentable esta ratonera de autopista que, cuando hay un problema, tiene que temblar toda Vizcaya».
Extraído de: elcorreodigital.com