El muelle Don Luis de la localidad cántabra de Castro permaneció ayer cerrado durante más de hora y media después de que un submarinista localizara un proyectil en aguas cercanas al espigón. El hallazgo obligó a desalojar a cerca de 2.000 personas que disfrutaban del día estival en la zona conocida como Solarium, así como a retirar, como medida de precaución, cerca de medio centenar de coches. Por fortuna, todo quedó en un susto, ya que la Guardia Civil confirmó después que la munición carecía de carga explosiva.
La voz de alarma se dio sobre las 12.50 horas, después de que un aficionado al submarinismo, que estaba acompañado de unos amigos, encontrara una granada de mortero de las que se utiliza habitualmente en maniobras de instrucción. El deportista la sacó del mar y la depositó en una de las escaleras cercanas a la playa del Solarium.
El hallazgo despertó la curiosidad de varios jóvenes que disfrutaban del día veraniego en el muelle. Ignorando el peligro inicial que conlleva la manipulación de armamento de este tipo, procedieron a su traslado hasta el maletero de un automóvil para fotografiarlo.
Aviso de un vecino
La reacción de un vecino que paseaba por el lugar donde se encontraba estacionado el vehículo propició, según fuentes de Cruz Roja de Cantabria, que se avisara a la Guardia Civil, que, con la ayuda de la Policía local, acordonó la zona y desalojó a cerca de 2.000 personas. También hubo que retirar más de cuarenta vehículos estacionados en el aparcamiento del espigón.
Agentes del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (GEDEX) se desplazaron a Castro y se hicieron cargo del proyectil. Tras examinar su estado y comprobar que carecía de carga explosiva, procedieron a su retirada del lugar. La comandancia del instituto armado en Cantabria confirmaba, ya por la tarde, que el proyectil era una munición de mortero de instrucción, de 75 milímetros y «de construcción reciente».
La Guardia Civil dirigió un llamamiento a los ciudadanos para evitar que «manipulen hallazgos de estas características por el peligro que conllevan», al tiempo que aseguraba desconocer las razones por las que el proyectil se encontraba en la zona. El muelle recuperó la normalidad a las dos y veinte de la tarde.
Extraído de: elcorreodigital.com
