El detenido se desplazaba a diario hasta Bilbao para distribuir la cocaína a sus clientes por locales del centro de la ciudad. Los agentes constataron que E.F.M. no tenía trabajo conocido, a pesar de llevar un ritmo de vida de 'alto standing', conducir un vehículo deportivo Toyota y con varias propiedades inmobiliarias a su nombre.
El pasado martes, tras reunir las pruebas necesarias y observar varias entregas de cocaína, se procedió a su detención. Al detenido se le ocuparon seis envoltorios con cocaína, 500 euros procedentes de transacciones anteriores, dos teléfonos móviles para sus contactos y varias joyas. También, se registró el vehículo Toyota y se hallaron ocultos once envoltorios con cocaína.
Posteriormente, los agentes antidroga se desplazaron al municipio de Castro Urdiales y junto con el Juez de Guardia de ese partido Judicial y el apoyo de la Guardia Civil, procedieron al registro de la vivienda, ocupando 400 gramos de cocaína de gran pureza en roca, que estaban escondidos en una estancia del domicilio y otros enseres utilizados habitualmente por los traficantes para el pesaje y manipulación de sustancias estupefacientes.
También, se hallaron dos cajas fuertes, conteniendo una de ellas joyas de alto valor presuntamente procedentes de actuaciones ilícitas, 40.000 euros y 3.250 dólares, así como diversa contabilidad de valores bancarios por un importe cercano a los 700.000 euros.
Las piezas de oro, arrojaron un peso aproximado de 4 kilogramos, destacando por su alto valor económico varios relojes antiguos de pulsera, anillos y gargantillas. Los agentes se vieron obligados a sacar del domicilio la segunda caja fuerte que no se pudo abrir durante el registro, teniendo que contactar con un cerrajero para su posterior apertura en presencia del secretario judicial. Una vez finalizadas las diligencias el detenido fue presentado ante el Juez de Guardia de Bilbao.