El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a siete inmigrantes
paquistaníes acusados de explotar a compatriotas en establecimientos
'kebabs' con documentación falsa. Las víctimas de la explotación
laboral, trece individuos de la misma nacionalidad, también han sido
detenidos por estancia irregular en el país, según confirmó ayer el
Ministerio de Interior en una nota de prensa. En el marco de la
operación fueron registrados cuatro domicilios en Bilbao -concretamente
en las calles San Francisco e Iturribide-, y en Castro Urdiales
(Cantabria), y ocho en locales abiertos al público, entre ellos algunos
restaurantes. La Policía investiga también la posible vinculación de
los arrestados con la financiación del terrorismo islamista, según
indicaron fuentes solventes.
Algunas de las detenciones se practicaron ayer por la mañana en la
calle Iturribide del Casco Viejo bilbaíno. Sólo uno de los arrestados
fue esposado por los policías para ser trasladado a la comisaría de
Indautxu. Agentes de la Unidad Central de la Comisaría General de
Extranjería y Documentación (UCRIF) localizaron dos pisos en esta calle
donde se hacinaban los inmigrantes «en condiciones mínimas de
salubridad e higiene», señala la nota de prensa oficial.
Tres cabecillas
Los investigadores examinan ahora la documentación localizada
en la redada en busca de pruebas, vídeos y demás material que relacione
a los sospechosos con el terrorismo islamista, si bien al cierre de
esta edición no se habían localizado indicios suficientes. Sospechan
que uno de los arrestados podría haber pasado por algún centro de
entrenamiento terrorista en algún punto de Oriente Medio, aunque este
extremo no ha podido ser verificado.
Según las pesquisas policiales, la red tenía tres supuestos
cabecillas -uno de los cuales ha sido detenido-, que se dedicaban a
introducir a compatriotas de manera irregular en el país, para después
explotarles laboralmente en establecimientos de comida turca. Este tipo
de restaurantes, cuyo producto estrella es el 'kebab' a base de carne
de cordero o de pollo, ha proliferado en los últimos tiempos en la
capital vizcaína. Los 'ilegales' trabajaban «ininterrumpidamente» para
poder pagar el importe de su traslado a España, apunta el escrito
oficial. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas
detenciones en las próximas horas. Una vez que los arrestados pasen a
disposición judicial, el juez deberá decidir si les imputa un delito de
terrorismo, además de contra los derechos de los trabajadores por
contratación irregular.
En septiembre de 2004, el juez de la Audiencia Nacional Ismael
Moreno ya investigó el vínculo de diez paquistaníes detenidos en
Barcelona por delitos comunes con el terrorismo islamista. Los Mossos
d'Esquadra sospechaban que los arrestados podían enviar el dinero
obtenido con la falsificación de tarjetas de crédito y discos, y la
manipulación de teléfonos móviles, a «algún grupo radical de nivel
bajo» asentado fuera de España, aunque descartaban de que se tratara de
alguna célula de Al-Qaida.
Extraído de: elcorreodigital.com