lunes. 25.11.2024

La Audiencia de Cantabria condenó ayer a dos años de prisión a un

hombre acusado de haber agredido sexualmente a una mujer en un portal

de Castro Urdiales, después de que el procesado y el Ministerio Fiscal,

que inicialmente pedía una pena ocho años, pactaran la condena.
Esta reducción sustancial de la pena se produjo ante la falta de

pruebas sobre la existencia de la penetración vaginal y las dilaciones

indebidas en la tramitación de la causa, iniciada en 1998.


Tras el acuerdo previo alcanzado con la acusación pública, el reo

se declaró autor de los hechos. Admitió que atentó contra la libertad

sexual de la joven, pero negó el acceso carnal. El Código Penal castiga

con la pena de prisión de uno a cuatro años este delito, y con seis a

12 años cuando la agresión sexual se produce con penetración. Ante las

dificultades para probar la violación, el Ministerio Público decidió en

el último momento acusar al procesado de un delito de agresión sexual

genérico. Admitió también la existencia de un retraso injustificado en

la tramitación del procedimiento. Ambas circunstancias permitieron

rebajar la pena a dos años, condena que evitará el ingreso en prisión

del procesado, ya que carece de antecedentes penales. Sí tendrá que

pagar a la víctima una indemnización de 8.000 euros y mantenerse

alejado de la víctima durante los próximos cuatro años.


En el portal


El acusado Enrique O. C. reconoció que sobre las 6.20 horas del día

14 de febrero de 1998 siguió a la mujer hasta su domicilio, en Castro

Urdiales. Cuando iba a entrar en el portal, la empujó y, ya en el

interior, la tiró sobre las escaleras y la inmovilizó. Después la rasgó

las ropas y la desnudó. Cuando la mujer intentó escapar, se golpeó la

cabeza con la escalera y perdió el conocimiento durante unos minutos.

Inicialmente el fiscal sostuvo que durante este breve tiempo fue

aprovechado por el reo para penetrarla vaginalmente, pero ayer estimó

que no había pruebas de ello.


Cuando la chica recuperó la consciencia, el acusado ya había

abandonado el lugar. Una hora antes de producirse los hechos, Enrique

había protagonizado un incidente en el club donde trabajaba la víctima,

lo que motivó su expulsión, tras lo cual amenazó a los responsables.

Un juzgado lento

Hasta en cuatro ocasiones ha tenido que reconocer el Ministerio Fiscal

dilaciones indebidas en el Juzgado de Castro Urdiales en causas

instruidas en los años noventa y rebajar la petición de condena.

Extraído de: eldiariomontanes.es

Dos años de prisión a un hombre que agredió sexualmente a una mujer