El corte de la autovía A-8 en sentido Vizcaya a la altura de Castro Urdiales a consecuencia de un desprendimiento fue la principal consecuencia de los efectos de temporal de viento, agua y lluvia que ayer se registró en la región, una tempestad que continuará hoy con mayor virulencia. Inundaciones, cortes de carretera y caídas de árboles se sucedieron a lo largo de la jornada y forzaron la intervención de los distintos servicios de Emergencia, además de la que llevó a acabo la Guardia Civil para rescatar a una pareja que se había quedado aislada en su vehículo en el puerto de Lunada.
Castro Urdiales fue ayer uno de los municipios más afectados por el temporal de lluvia y viento. Sin duda, la incidencia que se registró sobre las once y media de la mañana en la A-8 fue la más notable. El argayo que cayó en el punto kilométrico 149,200, en sentido Bilbao, obligó a la Guardia Civil a cortar durante dos horas la referida carretera y desviar el tráfico por el centro urbano de Castro, lo que dio lugar a retenciones. Los vehículos que circulaban hacia Vizcaya tuvieron que acceder a la villa por la zona de la plaza de toros y retomar la autovía por el denominado acceso Sur de Castro Urdiales.
La Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento realizó los correspondientes trabajos para despejar la calzada, y sobre las 13:45 horas, uno de los carriles se abrió al tráfico. Con respecto al segundo, la Delegación de Gobierno indicó que permanecerá cerrado hasta hoy como medida de seguridad ante la posibilidad de que hubiese algún desprendimiento más, informa Abel Verano.
Más inundaciones
En otros puntos del municipio castreño y ya desde primeras horas, los bomberos se tuvieron que poner manos a la obra para controlar las inundaciones que se produjeron en las inmediaciones del Polideportivo Peru Zaballa y en unas viviendas de la calle Isaac Velar. Las pedanías también sufrieron los efectos de la incesante lluvia, como en Sámano, donde se inundó la plaza de Montealegre, y se desbordó el río a su paso por Helguera y la Llanta. También ocurrió lo mismo en el río que atraviesa por Otañes, y el de Mioño. Incluso la playa de Dícido pagó las consecuencias. Otra de las zonas que se vio afectada por el agua fue la gasolinera de Vista-Alegre que se inundó en pocas horas.
En el valle de Buelna también se produjeron inundaciones, informa Nacho Cavia. Hubo inundaciones en Barros, junto al polígono, donde una vez más las casas han quedo rodeadas por el agua de un río Muriago desbordado. También en Los Corrales de Buelna, cerca del parque de La Haye Fouassiere, y los bajos del Instituto Estelas de Cantabria, donde tuvo que intervenir el parque de Emergencias de Los Corrales para achicar agua.
Rescate de dos personas
Por otro lado, un hombre y una mujer tuvieron que ser rescatados en el puerto de Lunada tras quedarse aislado en el interior de su vehículo como consecuencia de la nieve.
Según la Delegación del Gobierno, agentes de la Guardia Civil y del servicio de carreteras de la consejería de Obras Públicas lograron acceder por la tarde hasta aquella zona del puerto (CA-643) y rescataron sobre las 20.00 horas a estas dos personas, a las que ayudaron a circular con su vehículo hasta la localidad de San Pedro del Romeral.
Entre tanto, el servicio de emergencias 112 de Cantabria tuvo que llevar a cabo 65 actuaciones en toda la región. Del total de intervenciones, 37 han sido por el viento, 25 por la lluvia y tres por la nieve, aunque también se recibieron varias llamadas por caída de vallas y árboles.
Una de las actuaciones fue en Villasuso (Cieza), donde los bomberos del Parque de Emergencias de Los Corrales de Buelna tuvieron que apuntalar una vivienda, afectada por un desprendimiento de piedras.
Además de las descritas, las actuaciones de los servicios de emergencias y de bomberos se prodigaron en Santander, Torrelavega, Limpias, Villaverde, Villabáñez (Castañeda) o Navajeda (Entrambasaguas), entre otras.
DATOS DE LA JORNADA
Puertos cerrados: A última hora de ayer, según la Consejería de Obras Públicas, se hallaban cerrados los puertos de Lunada, Estacas de Trueba, Palombera, Brañavieja-Alto Campoo y Piedrasluengas (en las dos vertientes cántabras).
Puertos con cadenas: Anochee se necesitaba el uso de cadenas para transitar por los puertos de San Glorio, La Matanela, la Sía y El Bardal.
Viento: Ayer, la racha de viento más fuerte se registró en el faro de San Vicente de la Barquera, donde la velocidad máxima fue de 112 kilómetros por hora; en el observatorio de Parayas llegó a los 98 (93 en el de Santander) y 77,8 kilómetros por hora en Ontón. En Nestares se registraron rachas máximas de 52,2 kilómetros y en Polientes no llegó a los 20 kilómetros por hora.
Lluvia: Según datos de Aemet y hasta las siete de la tarde de ayer, la mayor precipitación en la región se recogió en Ontón, con 35,2 litros por metro cuadrado, y 31,1 en San Vicente de la Barquera. En el observatorio de Nestares se acumularon 17,3 litros.
Amumulado: Desde el pasado día 14 y hasta ayer, el observatorio de la región donde más agua se ha acumulado ha sido en el de Ontón, con 76,3 litros. 64,9 litros se llevan contabilizados en el de Parayas.
Extraído de: eldiariomontanes.es