El fortísimo temporal que azota las costas del Cantábrico desde el día de ayer, ha ocasionado graves daños a lo largo de toda la costa castreña, especialmente en el Puerto de de Castro Urdiales en donde la fuerza de las olas rompió el cable de anclaje de uno de los carros varaderos de la rampa de San Guillén, de más de cinco centímetros de grosor. El mar subía y bajaba el carro hasta que el cable cedió y el carro se deslizó hasta la zona baja de la rampa.
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La fuerza de las olas llegó a inundar en la tarde de ayer los depósitos de aceites usados que la Dirección de Puertos ha ubicado en las proximidades de la rampa de San Guillén, esparciendo los restos por el puerto.
En la zona del Pedregal y de la Atalaya, próximas a la iglesia de Santa María, las olas han arrastrado coches calle abajo y en el Paseo de Lolín el agua se ha llevado metros de la barandilla, ha arrancado bancos de la pérgola y ha inundado de la arena de la playa de Brazomar la carrertera que unce el casco urbano con el barrio de Cotolino. Precisamente, en la playa de Brazomar se encuentra ubicado el Hotel Miramar cuya cristalera ha desaparecido prácticamente por completo, la fuerza de las olas ha arrancado puertas y marcos y arrastrado todo lo que ha cogido a su paso.
Extraído de : castrodigital.com
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