Han sido cuantiosos los desperfectos que se han registrado en nuestro municipio la pasada madrugada a consecuencia del temporal que estos días azota la costa del Cantábrico. Según el Observatorio Meteorológico y Marítimo, las rachas de viento han alcanzado los 120 Kmts/hora y las olas entre ocho y nueve metros de altura.
Los daños más importantes, se han producido en el Pabellón Municipal de remo. El fuerte oleaje, se ha llevado literalmente parte de la fachada y los desperfectos han sido cuantiosos. Han sufrido daños de consideración, casi todas las embarcaciones que se guardaban en el local. Al menos se han podido computar, cuatro bateles, dos trainerillas y dos traineras, una de ellas, la de reciente adquisición por la Sociedad Deportiva de Remo.
También el Kayak Club de Castro ha sufrido importantes desperfectos en sus embarcaciones, a estas horas era difícil de cuantificar cuantas de estas embarcaciones han resultado dañadas, pues era difícil el acceso al local.
También han sido importantes los destrozos que se han producido en el puerto, al menos una decena de embarcaciones han amanecido con la quilla al sol, como se acostumbra a decir en el argot marinero. Distintos pescadores se afanaban hoy a primeras horas por tratar de salvar lo que de estas embarcaciones quedaba.
En la zona del Pedregal, el fuerte oleaje también ha hecho de las suyas. Unas cuantas lonjas han amanecido anegadas de agua y con las puertas destrozadas. Los coches allí aparcados, estaban a merced de las olas como si de barcos de papel se tratase. Una furgoneta ha sido arrastrada por el oleaje dentro de la zona de baño del Pedregal. Las calles colindantes de esta zona y el Barrio de los Marineros estaban esta mañana llenas de barro y piedras que el temporal ha arrastrado con las olas de hasta ocho metros de altura en dicha zona.
También el Hotel Miramar sufría las inclemencias del temporal. Como cada año, esta zona es una de las más castigadas de municipio, y este no ha sido menos. El fuerte oleaje ha roto algunas de las lunas del mirador, aunque bien es verdad, los destrozos no han sido tan cuantiosos como se temía. Esta tarde se espera más de lo mismo con la pleamar, aunque parece que el temporal tiende a remitir.
