Efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria, han instruido diligencias en calidad de investigados, a dos hombres de 34 y 41 años, como presuntos autores de delitos contra la seguridad vial, al conducir vehículos de forma manifiestamente temeraria, con riesgo para la integridad del resto de los usuarios de la vía.
Ambos conductores fueron sometidos a la prueba indiciaria para la detección de estupefacientes, el primero dio positivo en cocaína, y el segundo en anfetaminas. Además, uno de los conductores dio positivo en la prueba de detección de alcohol.
El primero de ellos fue interceptado la tarde del pasado lunes 22 de febrero, tras recibirse avisos en el servicio de emergencias 112-Cantabria, alertando de la existencia de un vehículo circulando por la autovía A-8, a gran velocidad y en zig-zag para evitar ser adelantado por otros vehículos. Así mismo, en las llamadas se informaba que en el vehículo viajaban 4 personas, todas ellas vistiendo con capuchas y mascarillas que impedían su identificación.
Ante el aviso, por parte de la Guardia Civil se dispuso un operativo para interceptar el vehículo, momento en que una patrulla del Destacamento de Tráfico de Laredo le dio el alto en la propia autovía, a la altura de Castro Urdiales.
El conductor, en la prueba indiciara de detección de drogas, dio resultado positivo en cocaína.
Colaboración ciudadana
En el día de ayer, 24 de febrero, la Guardia Civil fue alertada nuevamente de la presencia de un vehículo que circulaba de forma temeraria, poniendo igualmente en riesgo la integridad de los usuarios de la vía.
En esta ocasión, el vehículo fue visto mientras circulaba desde Barakaldo y por la A-8 en sentido a Cantabria, teniendo los conductores que realizar maniobras evasivas para evitar colisiones.
La colaboración de un ciudadano, que siguió al vehículo y fue informando a la Guardia Civil, permitió su localización en Ontón (Castro Urdiales), una vez que había abandonado la autovía. El vehículo estaba parado, teniendo los agentes del Destacamento de Tráfico de Laredo que llamar reiteradamente al cristal de la puerta del conductor, para que este abriera los ojos y les atendiera.
Una vez identificado el conductor como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por la conducción temeraria, se le practicó la prueba de detección de alcohol, arrojando un resultado en el que casi triplicaba la tasa máxima permitida. En la prueba indiciaria a drogas, dio positivo al consumo de anfetaminas.