lunes. 25.11.2024

Un hombre de 42 años murió ahogado ayer en la pedanía castreña de

Islares. La víctima, L.H.C. vecino de Trapagaran, se encontraba en la

zona conocida como Cotonera disfrutando de una barbacoa junto a varios

familiares y amigos.
Poco

antes de las cinco de la tarde L. H. C., de 42 años, se acercó a los

acantilados para «recoger unos mejillones», relató un testigo. Por

causas que se desconocen, el hombre se precipitó al mar, que en esos

momentos, como a lo largo de toda la jornada dominical, se encontraba

en calma. Poco tiempo después, uno de sus acompañantes descubrió el

cuerpo de la víctima, «flotando bocabajo», desveló la misma fuente.

Inmediatamente, se lanzó al agua para tratar de ayudar a su compañero.

Lejos de lograr su objetivo, el segundo hombre casi pierde la vida en

el intento.

Al comprobar que no podía hacer nada para sacar a

L.H.C. y que su vida corría peligro, optó por salir como pudo del mar.

Para entonces ya se encontraban en la zona un socorrista de Protección

Civil, y una dotación de la DYA de Castro Urdiales. El salvavidas se

zambulló rápidamente en busca del cuerpo, que se había hundido,

mientras efectivos sanitarios atendían al amigo de la víctima.

Tras

muchos esfuerzos, el salvavidas localizó el cadáver a «unos diez metros

de profundidad», según relataron componentes del operativo de

emergencias desplegado en Islares. Tras sacarle a la superficie, los

efectivos de Protección Civil izaron el cuerpo sin vida a una de sus

lanchas, que lo trasladó el cercano puerto de Arenillas. Allí,

permaneció varias horas, hasta la llegada del forense y la juez, que

procedieron al levantamiento del cadáver sobre la ocho de la tarde.

Para

esa hora, pocos eran los que no se habían enterado de la desgracia.

Arenillas, como todas las zonas de playa, se encontraba atestada de

gente ayer a la hora en que se produjo el accidente. Algunos no se

enteraron de la noticia hasta que se acercaron al puerto y vieron el

cordón instalado por la DYA y la Guardia Civil. Otros, sin embargo, ya

sospechaban que algo malo había pasado.

Muy conocido

«Estaba

en la playa cuando he visto pasar la zódiac de Protección Civil a todo

trapo», explicaba Marta, una portugaluja que pasa unos días en el

camping de Arenillas. Ella, como otros muchos habituales de la zona, se

quedaron atónitos al averiguar la identidad de la víctima. «Era muy

conocido y querido por aquí. Solía potear mucho por Arenillas», dijo un

hostelero.



Extraído de: elcorreodigital.com

Muere ahogado al caer al mar en un acantilado de Castro