Un artefacto explotó a primera hora de la mañana de hoy en un repetidor de telefonía en el alto La Granja, en el municipio cántabro de Castro Urdiales, causando daños materiales y sin provocar ningún herido. Todavía se desconoce la cantidad y el tipo de explosivo, pero en cualquier caso no se trata de un artefacto pequeño, como los utilizados el verano pasado en Noja y Laredo, sino de mayor potencia, según ha comentado el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez.
La explosión causó daños materiales tanto en la torre como en el edificio anexo. Aunque en un primer momento el repetidor quedó inutilizado, ningún usuario de telefonía resultó afectado, ya que la señal se desvió a otros repetidores.
El artefacto explotó a las 7.10 horas de la mañana, pero la Guardia Civil no recibió el primer aviso hasta la una de la tarde. Fue a través de Cruz Roja, después de que un miembro de dicha asociación encontrara en el repetidor un cartel con la inscripción 'No tocar. Peligro de bomba. ETA', junto a una pegatina con el anagrama de la banda terrorista.
Poco después, tras recibirse una segunda llamada en el servicio de emergencias 112, se decidió inspeccionar por prevención otra zona del monte Cueto, en el mismo municipio. Aunque el aviso hizo que se acordonara la zona y se desalojara un colegio cercano, al final no se encontró ningún artefacto.
Hasta Castro Urdiales se desplazaron el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez; y el consejero de Presidencia y Justicia del Ejecutivo autonómico, Vicente Mediavilla, y también estuvo en la zona el alcalde del municipio, Fernando Muguruza.
Tras el incidente, se han sucedido las reacciones de condena desde la región y también desde fuera de ella. La mayor parte de las fuerzas políticas han interpretado la colocación del artefacto como una reacción de ETA ante la toma de posesión mañana del socialista Patxi López como nuevo lehendakari del Gobierno vasco.
El propio López, ha mostrado su "total disposición" y la de su Gobierno a "actuar con la máxima determinación y firmeza en la lucha contra ETA" y advirtió a la banda de que "no tienen ni una sola posibilidad de imponer sus objetivos totalitarios" porque su futuro "pasa ineludiblemente por la disolución" y "la entrega incondicional de las armas".
ETA EN CANTABRIA
Aunque ETA no ha reivindicado el atentado y en este caso tampoco ha habido llamada previa en nombre de la banda alertando de la colocación, la aparición del cartel con su anagrama y las características de la acción han llevado a los políticos a interpretarlo como una acción de la banda.
De confirmarse la autoría, ETA habría atentado unas 36 veces en Cantabria, la última de ellas, el 22 de septiembre del año pasado cuando un coche bomba colocado junto al Patronato Militar de Santoña mató al brigada Luis Conde de la Cruz.
También en 2008, en el mes de julio, otros cuatro artefactos de escasa potencia explotaron en las localidades de Laredo y Noja y, además, fue detenido en la estación de autobuses de Santander el presunto etarra Aritz Arginzoniz.
En los últimos años la comunidad ha sido objeto de las acciones terroristas de la banda coincidiendo sobre todo con las campañas de verano, contra los intereses turísticos o en fechas señaladas como las de la Constitución. La zona oriental de la región --la más próxima a País Vasco-- ha sido una de las más castigadas, junto a la capital y su aeropuerto, así como otros puntos turísticos de la comunidad.
La primera acción de ETA en Cantabria se remonta al año 1969, cuando varios etarras y efectivos de la Guardia Civil se enfrentaron a tiros en la localidad lebaniega de Mogrovejo.
El atentado más grave perpetrado por la banda en territorio cántabro fue el cometido el 19 de febrero de 1992 en Santander, cuando un coche-bomba explotó al paso de un coche de la Policía matando a Eutimio Gómez, Julia Ríos y Antonio Ricondo, e hiriendo a 21 personas.
Fuente: Europa Press