La sobremesa de manga corta dio paso ayer en Orio al atardecer de cuello alto. Y la claridad del ambiente, a una atmósfera más oscura, teñida por la niebla y, sobre todo, por el morado de una embarcación. San Pedro hizo una entrada triunfal en el pueblo de Orio, pegadito a la triple fila de aficionados amontonados en la orilla del río. Con velocidad, potencia y sensación ganadora. Su llegada sedujo a la cátedra concentrada en la zona de meta y su tiempo impresionó.
Gaizka Garmendia pidió pixkatgehio a sus remeros 50 metros antes de que sonara la bocina, relajó la postura aerodinámica del patrón en competición y resumió el trabajo de la tripulación con un sereno oso ondo lleno de satisfacción. Más tarde, agitó algo más que la bandera de Inmobiliaria Txurruka que la organización otorga al campeón del descenso. Sacudió todos los malos aires que en otoño soplaron por Kalparra con el mismo coraje con el que los remeros levantaban los brazos y la afición morada respondía el gesto.
«Alegría en la trainera»
El dúo de lujo que conduce este año la nave morada, Aitor Balda y Gabi Larrinaga, inspira confianza, además de experiencia y calidad deportiva. Larrinaga señalaba que «ya hemos visto a la trainera con alegría en algunos entrenamientos y aquí se ha confirmado. Pero es 28 de febrero, no de junio. Los pies en el suelo, que esto es muy largo».
San Pedro recordó ayer a una de las mejores traineras de la temporada de descensos de 2008. Entonces apuntaba buenas maneras, ahora confirma su calidad. Once segundos al tercero y 23 al cuarto. Febrero, pero las conclusiones del día de reflexión no tienen muchas posibles interpretaciones para los pasaitarras. Buena pinta.
Castro fue segundo a sólo cuatro segundos. O, mejor dicho, la mitad de Castro. Su entrenador, Juan Mari Etxabe, confesaba antes de la salida que mezclaría en dos botes titulares y jóvenes promesas para una prueba a la que quiso restar importancia. Por si fuera poco, echaron al agua una tercera trainera, de juveniles.
Orio sigue sin bajarse de los puestos de cabeza y terminó en podio. El objetivo de los de Aizperro era pelear en los tiempos de los mejores, y así fue. Con una tripulación joven, también el amarillo invita al optimismo. Y eso, a pesar de que su entrenador afirmó que, «no hemos disfrutado y nos hemos precipitado al tener las referencias».
Hondarribia completó la tanda de honor. Se le fueron más segundos de los que quisiera con San Pedro, pero dejó por detrás a la mayoría de traineras de ACT. Tranquilidad en la familia verde tras la regata y a seguir con el camino.
El Kaiku de un José Luis Korta hiperactivo dejó ver que aspirará a algo más que la permanencia en la próxima Liga San Miguel, y tras la Bizkaitarra se clasificó una Telmo Deun que dejó una grata impresión. Por delante del segundo bote de Castro, compuesto por varios de sus titulares, de Koxtape y de Urdaibai, que no dio su verdadera talla. Zumaia sacó además dos traineras, exhibió juventud y auguró futuro.
Y hablando de cantera, la de Koxtape demostró que empieza a dar sus frutos y marcó un buen tiempo que le coloca entre los mejores botes de la ARC 1.
En la otra regata, la exótica y telonera, el Club Natación Badalona fue la más rápida de las embarcaciones que llegaron del Mediterráneo. Aportaron colorido a la gran pasarela del Oria.
CLASIFICACIONES
Extraído de: diariovasco.com