La mejor competición de traineras contará este año con dos clubes gallegos, pero también con ocho remeros de la provincia enrolados en Castro Urdiales, Kaiku, Urdaibai y Pedreña. Los motivos fundamentales que llevan a los deportistas a salir de la comunidad son las mejores condiciones económicas, la mayor planificación e infraestructuras y la posibilidad de obtener importantes resultados deportivos, superiores al nivel de los clubes gallegos.
El remo también tiene a sus particulares emigrantes que salen de Galicia hacia los clubes cántabros y vascos para buscar rentabilizar un deporte de extrema dureza que no goza del reconocimiento profesional ni económico en nuestra comunidad. En la temporada 2009, serán ocho los remeros de la provincia de Pontevedra enrolados en Castro Urdiales, Pedreña, Kaiku y Urbaibai, que dispurtarán la liga ACT-San Miguel de traineras. Luciano Prego es un clásico del remo gallego, que a sus 40 años continúa en la élite.
Tras un largo periplo por clubes gallegos, sobre todo en Tirán, donde llegó a vencer el Campeonato de España de traineras en el año 1996, recaló en Astillero. En 2004 llegó a Castro Urdiales, donde logró en el 2006 la ansiada Bandera de La Concha. En el pasado año decidió cambiar de rumbo e ‘iniciar un proyecto ilusionante en Kaiku’. Los primos Antonio Miguel y Sergio Montenegro, junto con José Ángel Cambados y Javier Vilariño, figuran este año en la plantilla de Castro.
El redondelano José Carlos Meno decidió comenzar una aventura y se enroló en Urdaibai, allí acompañará al patrón Francisco Manuel Gónzalez. Mientras que en Pedreña encontramos a Miguel Lado de Bueu. Luciano Prego es claro a la hora de hablar de los motivos por los que decidió remar fuera, ‘por lo menos tienes un sueldo, ya que con los 40 años no voy a estar rompiendo el cuerpo para nada’. En la actualidad viaja tres veces al mes en avión al País Vasco y, a partir del mes de mayo, trasladará su residencia a Sestao.
Situaciones distintas viven los remeros de Castro Urdiales, todos ellos en situación de semi-profesionalismo. Los primos Montenegro residen en la localidad cántabra donde el propio club se encarga de buscarle un trabajo y darle residencia. Mientras que el moañés Vilariño reside en su localidad natal y viaja para entrenarse y competir.
Extraído de: atlantico.net