Las expectativas económicas para este año no son nada halagüeñas. En el caso de la flota de bajura, la Comisión Europa ha decidido mantener la veda de la anchoa y de esta manera ha vuelto a dejar a este sector sin una de sus principales fuentes de ingresos. «Será el quinto año consecutivo que no podemos pescar anchoa y la flota quedará sumida en una situación agónica», reconocen representantes de los arrantzales vizcaínos. Por ese motivo, reclaman la apertura de la pesquería con el establecimiento de un TAC (Total Admisible de Capturas) próximo a las 8.000 toneladas.
Se trataba de un planteamiento similar al mantenido hace un año. Entonces, la flota de bajura del Cantábrico alcanzó un acuerdo con la francesa por el que la española cedería 400 toneladas -un 5% del total del TAC- a Francia y, como contrapartida, los buques pelágicos galos sólo faenarían durante el mes de junio.
La decisión de Bruselas ha trastocado todos los planes. «Queremos salir a pescar y no dar la imagen de ser un sector que vive de las ayudas gubernamentales, pero si no nos dejan, algo tenemos que hacer. Cada vez paramos antes. El verdel es poco rentable y el bonito se vende al mismo precio que hace años. ¿De qué vamos a vivir? ¿Cómo vamos a hacer frente a la reconversión que hemos realizado por apostar por la pesca?», se lamenta.
En cuanto a la merluza, la Unión Europea ha decidido recortar la pesca un 5% en los caladeros del norte, en aguas de Escocia, Irlanda o el Gran Sol, a los que acude la flota de altura. La bajada en las cuotas de una de las especies de mayor valor comercial para ese sector se debe, según los técnicos, a que está sometida a planes de recuperación.
Extraído de: elcorreodigital.com