domingo. 22.12.2024

Quiero  agradecer por medio de estas líneas  a todas las personas que  en estos últimos días  se han dirigido a mí ya sea personalmente o por cualquier otro medio con motivo de la súbita muerte de mi hermano Benito.



El tránsito por la vida suele ser duro y difícil y esa dificultad y dureza se acrecienta  cuando un ser querido nos abandona de una manera tan inesperada como lo hizo él.

Beni transitó por la vida con honestidad, fiel a sus sentimientos éticos, morales y religiosos y con una clara proyección hacia  los demás siempre que alguien solicitaba su ayuda. Nunca negó a nadie nada que estuviera en su mano.

Cuando el pasado lunes 15 de marzo saltó la noticia de la desaparición de mi hermano, el pueblo, su adorado pueblo de Castro se conmocionó por completo. Nadie daba crédito. El impacto fue brutal, pero pronto, con espíritu fuerte, y derrochando generosidad y cariño, se volcaron en los preparativos de su último viaje.

Que no faltase ningún detalle, la persona es demasiado querida. Así pues, todos dejaron sus quehaceres más inmediatos para estar con él, acompañarlo, llorarle, rezarle, contar una y  mil anécdotas sobre él. Todo ello, como dije antes, con tal derroche de cariño, generosidad y RESPETO (sí, con mayúsculas), que conmovía profundamente.

Ahora, si me permitís personalizar me voy a dirigir en primer lugar a la Asociación Pasión Viviente de Castro. Gracias por vuestra entrega con él, por vuestro dolor, vuestras coronas, flores, rosarios, estampas… etc. Especial mención para el “Chico del traje de la Primera Comunión” y su familia. Gracias por vuestro hondo sentir hacia mi hermano.

Continuo con “Lolita la del gorro”, así me dijiste que te llamara. Gracias de nuevo por tu compañía y bondad.

Al Club de Remo de Castro Urdiales, y a la Asociación Cantu Santa Ana. Gracias por vuestras coronas y flores y por vuestra presencia.

Para Andrés Díaz. Gracias por tu abrazo, tu consuelo y la humildad que refleja tu tarjeta.

Ramona, Luis, Margari. Gracias por vuestras oraciones y vuestra compañía.

María Ángeles Larumbe. También tú eres su hermana.

Begoña Rugama. Dejaste todo ese día para estar con nosotros. Gracias por tanta generosidad.

Familia Zornoza Aguado. Habéis sido mis pilares ¡Cuánta humanidad! Gracias.

También agradecer a todas las personas que han dejado su recuerdo en forma de tarjetas y dedicatorias.

Por último decir que Beni amaba la vida, adoraba Castro y sentía auténtica pasión por los castreños y lo castreño. Gracias Castro. No se puede ser más generoso.


Eternamente en deuda con vosotros.
Marisol y Carmina      


Carta de agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas tras la muerte de Benito