Contra todo pronóstico, la jornada de ayer fue una jornada tranquila en la autopista A-8 entre Vizcaya y Cantabria tras la apertiura de la movilidad entre las comunidades autónomas.
La llegada escalonada desde las 0:00 del viernes y el hecho de que algunos vascos se quedasen en casa `por miedo a enfrentarse a una caravana kilométrica hizo que finalmente no se registrasen apenas retenciones en la carretera y que el trafico fuese fluido entre las dos provincias.
Así, los mensajes que llamaban a la prudencia y al desplazamiento escalonado a las segundas residencias de Cantabria lanzados desde varios estamentos surtieron efecto y ello permitió un desplazamiento escalonado y sin problemas en el tráfico.
Pese a todo, Castro Urdiales presentaba ayer por la tarde un ambiente veraniego, con mucha gente paseando por la zona del puerto, el paseo marítimo o el parque amestoy.
Otras localidades cántabras como Laredo o Noja vivieron una jornada similar a la vivida en Castro Urdiales, donde la tranquilidad fue el factor predominante.